En términos simples, debes emitir una factura a crédito si aún falta que te paguen una parte o el total del producto/servicio, y una factura al contado sólo si ya te pagaron el total del producto/servicio.
En caso de que aún te deban algo, emite una factura a crédito!
Factura a crédito:
Se utilizan cuando se acuerda un plazo para el pago de parte o la totalidad de un producto/servicio con tu cliente (generalmente 30, 60 o 90 días). Este tipo de facturas es recurrente en transacciones B2B (es decir, cuando tu cliente final es una empresa). Permite que tu cliente mantenga un compromiso de pago del servicio o producto entregado.
Si tu cliente incumple con el plazo de pago estipulado, la tenencia de este documento te permitirá iniciar un proceso de cobranza extrajudicial con nosotros, y que lo reportemos a los burós de crédito en caso de ser necesario.
Factura al contado:
Se deben emitir luego de haber recibido la totalidad del pago, ya que se asume pagada en el acto. Se asume que el trabajo se realizó y pago, por lo no hay compromisos u obligaciones entre las partes. Estas facturas no se pueden factorizar, reportar en los burós de crédito, ni ejercer acciones de cobranza.

Escrito por Danae Schocken
Actualizado hace más de una semana